POR OBLIGACIÓN..
Uno se pregunta, ¿cómo un entrenador con el currículum y la experencia de Ancelotti, lo puede hacer tan mal? El problema de ningún modo se puede achacar por completo al entrenador que con sus ayudantes, cuatro ojos ven más que dos, trata de hacer un trabajo serio. El problema, sobre todo, radica en los despachos, en el duopolio presidente y director general que son quienes planifican la plantilla a su conveniencia con unos criterios deportivos poco profesionales.
Recuerdo como si fuera hoy, aquella frase de Florentino en la que dijo: “Para fichar a los mejores no es necesario un director deportivo”. Posiblemente ese sea el concepto economicista que tiene de entender el fútbol. Se ve a si mismo como una persona inteligente y superdotada cuyas ideas, son las que funcionan y han de prevalecer por encima de las demás. Para que otros me equivoquen, se dirá, me equivoco yo.
La solución no es tirar de talonario y traer un busto que venda camisetas, un futbolista que haya destacado metiendo un gol en el último mundial para presumir ante los demás de músculo financiero. La solución debe estar en fichar lo que realmente es necesario, hombres que se adapten y sincronicen con una idea de juego que al fin y al cabo, es el argumento principal del futbol. Florentino no se cosca y de ahí que sin ningún rubor, cambie de entrenador como quien se muda de calzoncillos. La solución debe estar en tratar de conformar una plantilla sólida y equilibrada donde los aspectos técnicos, físicos y psicológicos de todos sus componentes, se complementen dando como resultado, un juego fluido y sin fisuras. Cuando se afirma que una plantilla está compensada, se quiere decir que todos los puestos están doblados y que entre los titulares y los suplentes, no exista una distancia infranqueable para que la competencia, sea real y nadie se duerma. Para acometer esa tarea, lo lógico es confiar en personas con visión y capacidad técnica, que sepan distinguir las churras de las merinas.
A menudo, Florentino y su valido dan la impresión de que fichan a ciegas y con escasa información, a tenor de los titulares que lean mientras desayunan y abren la prensa.
Se dan situaciones tan paradójicas como la de no disponer de un delantero centro de categoría y en esa posición, colocar a un extremo al que le falta el oficio desubicandolo de donde su rendimiento, es mejor. Todo ello, tras pagar un pastón después de siete años en búsqueda y captura. En lugar de traer un especialista de acreditado nivel para tan determinante posición, que sepa anticiparse, moverse en los espacios reducidos dado que es la apuesta que la mayoría de los equipos rivales van a proponer, encerrarse, se incorporan a la plantilla futbolistas del mismo perfil en detrimento de reforzar posiciones que son necesarias. Se traen centrocampistas para que acaben jugando de defensas desatendiendo al director de juego que se le confía, a una pieza desgastada con cuarenta años. Etc. La consecuencia de esa política de fichajes improvisada, errática y especulativa, obliga a los entrenadores a trabajar sin red dificultando que triunfen.
Florentino venía de años, sumando los de su primera etapa, de vagar por el desierto sin encontrar un oasis. Se hallaba en un momento critico tras el pasó de Atila dejando el terreno arrasado. Zidane le aguantó la cabeza sobre los hombros.
Señores, alerta!. Empiezan las campañitas en as y marca. Su único fin es desestabilizar al Madrid, porque hace muchos años descubrieron que venden más los follones que los éxitos. Crean exclusivamente en lo que sus ojos ven en el campo de fútbol.
Yo no creo que haya sido Zidane, sino la suerte de haber coincidido con los dos más grandes futbolistas de la historia del Real Madrid, y me atrevo a decir que del futbol: LUKA MODRIC y CR. Zidane sin esos dos a tope no hubiera ganado ni la mitad de lo que gano y Florentino sin la época dorada de esos dos estaría patas a la calle ya de tiempo atrás.