Una segunda pequeña reflexión

No me cabe la menor duda de que Zidane se ha ganado un lugar privilegiado en la legendaria historia del Real Madrid, no solo como jugador, también como el entrenador que está batiendo récords en los éxitos deportivos, pese a vivir una situación en la que los gastos para traer a los futbolistas más destacados, están siendo más restringidos. No es la época de “los Galácticos”, de Cristiano, Kaká, James o Bale, de presidentes que durante su etapa, gastaron lo que no se tenía para conformar un equipo campeón; las faraónicas obras de la nueva Ciudad Deportiva, y la remodelación completa del Estadio Santiago Bernabéu, han mermado coyunturalmente la economía, evitando el despilfarro en fichajes con sobre-costo. A ello se suma la desleal competencia de los “Clubes-Estado”, que al parecer, incumplen el “Fair Play” financiero impuesto por la UEFA sin ninguna consecuencia; y  los pingues beneficios que reciben los equipos ingleses de las televisiones,  que quintuplican al de los equipos españoles. Y para rematar, nos invade el “Coronavirus”. Digo yo, que aparte de tener que jugar los partidos sin público, a los obreros que trabajan en los andamios y las grúas reconstruyendo el estadio, habrá que pagarles su sueldo. No tengo información exacta de si en el contrato con la constructora, estaba  suficientemente claro que el presupuesto, que me temo aumentará por la pandemia, se empezaría a pagar terminada la ejecución de la obra. Pese a todo, la situación en la que está trabajando Zidane, frente a otros tiempos, más alegres, hay que valorarlo. Ayer leí que se nos fue un alto directivo encargado de traer patrocinios.