Una décima pequeña reflexión.
Mirando el desenlace final con la actual perspectiva, Zidane parecía decidido a marcharse desde meses atrás y Florentino lo sabía. Su decisión empezó a fraguarse, en aquellos días donde el equipo andaba a una distancia importante del primer clasificado, y en el chiricirco, y otras plazas “amigas”, se alzaban voces beligerantes, la del presentador principalmente pidiendo a grito pelado en otra de sus patéticas astracanadas, la cabeza del entrenador. Le pidió que se marchara de manera abrupta, ofensiva e indignante sin que desde club, se recibiera el más mínimo apoyo público y hasta pudiera ser, que ni privado. Se debió sentir molesto, cansado de tener que bregar contra todo por la inanición de otros en los asuntos que les compete. Se puede decir que debió sentirse traicionado por personas allegadas y relevantes del club.
Es una despedida en la qué Zidane ha ido marcando los tiempos y los tres últimos días de retiro tras acabar la temporada, de meditación entre pinares, arroyos y el canto de las jilgueros, solo sirvieron para confirmar una decisión que tenía tomada de antemano. Este es el contexto principal más allá de que a Zidane, posiblemente no le gusten otras decisiones y maneras del club que mermaron y mermarian su capacidad de trabajo.
Ejemplos de su adiós por capítulos se han dado bastantes en sus declaraciones durante las últimas semanas en rueda de prensa. El primero que llamó mi atención de que algo en su cabeza rondaba, fue aquel sibilino comentario que dejó escapar ante una nueva recaída de Hazard, en vísperas de jugar contra el Atalanta. De manera enigmática a la pregunta sobre si aquel triunfaria dejó caer: “No sé si conmigo, porque tiene muchos años de contrato…”. Digamos que fue el primer aviso a navegantes y que pudo interpretarse como una broma, ante el asedio constante de los medios de comunicación, hablando y escribiendo diariamente de su futuro. Luego, en las últimas semanas, el aviso se fue haciendo más claro hasta revelarse el misterio. Florentino conocía la situación y muestra de ello es que, en el famoso chiricirco, dónde a petición del presentador, de manera cutre presento la Superliga, cuando le preguntaron por la continuidad de Zidane, se encogió de hombros respondiendo, en términos parecidos: Zidane es Zidane, ya sabemos todos cómo es Zidane (pausa). Yo creo que seguirá con nosotros, tiene contrato. En ese “ya sabemos cómo es Zidane”, implícitamente está la respuesta de que Zidane, le habia comunicando su intención, o al menos, sus dudas para continuar. Solo queda desear fortuna al que venga.
Se suele decir que en toda familia hay un tonto, en esta web por lo que se ve más de uno.
cuantas pequeñas y absurdas reflexiones te quedan, campeón?
Ha sido un escrito apresurado a través del móvil en el que faltó tiempo para engañar al lenguaje predictivo y corregirlo. La confirmación de la marcha de Zidane me obligó de inmediato a complacer a mis incondicionales que supuse me recordarían. Alguno de manera considerada y algún otro como lo que es: basura.